viernes, 2 de octubre de 2009

El sonido es una onda

La semana pasada nos fuimos a casa con la tarea de pensar un pequeño experimento casero para demostrar que el sonido es una onda.

Ya en clase comprobamos las vibraciones en el hilo del vasófono, ¡así que ése no vale!


Ana Carrizosa propuso introducir el diapasón en un vaso de agua. Alrededor de cada uno de los "brazos" podemos ver ondas concéntricas e incluso el agua salta al introducirlo en el vaso. ¡Probadlo en casa!

Raquel García trajo un par de globos y demostró cómo se transmitían las vibraciones.


Alonso Gallardo propuso colocar un vaso de agua sobre el altavoz y comprobar cómo el agua se mueve al compás del bajo. Él nos lo demostró con Billy Jean, e incluso el vaso hizo el moonwalk encima del altavoz. Cómo no constancia audiovisual, os pongo uno que trajo Delia. Fijáos en la manera distinta de vibrar según la frecuencia.


Como he dicho, Delia Rodríguez trajo varios enlaces con demostraciones en youtube, todas muy interesantes. Os dejo un experimento del Dr. Beakman en el que podemos "ver" el sonido.


4 comentarios:

Patricia Partido dijo...

mmm el experimento ese del vaso está muy chulo...xD.Tengo una pregunta.... ¿eso de que con un sonido muy agudo se puedan romper cristales es cierto? y si es asi...¿ por qué y a qué frecuencia está ese sonido?

María Quintanilla dijo...

Jeje, sí que es cierto. No es simplemente dar un sonido muy agudo, sino exactamente la frecuencia natural de resonancia del vaso.

Os dejo un vídeo que muestra cómo una soprano rompe una copa de cristal ajustando el tono de su voz a la frecuencia natural de vibración. Gracias al fenómeno de resonancia (que estudiaremos más adelante), la copa empieza a vibrar adquiriendo energía hasta que la amplitud es tan grande que supera el límite elástico del vaso y éste se rompe.

http://www.youtube.com/watch?v=amuPoPkAlx8

Andrea Marquina dijo...

Hola, soy Andrea. Creo que en nuestra clase no hicimos el experimento para demostrar que el sonido se transmitía por vibraciones. A mí se me había ocurrido que si hablamos muy cerca de un cuenco con agua, ésta se movería y formaría ondas, pero ¿realmente lo demostraría?

María Quintanilla dijo...

Lo haremos, lo haremos... Inma Jiménez tiene preparada una cosita para el próximo día.

Respecto a tu experimento, no valdría que se movieran por efecto del aire que desplazas. ¿Has probado si hablar junto al cuenco es suficiente? (Te toca mañana probarlo antes de echarle los cereales a la leche, jeje)